Las vidas que se entrelazan unas con otras están hechas de historias que están hechas de momentos que se tejen con palabras.

El universo humano está construido de palabras. Las palabras nos anteceden y nos trascienden. Y mientras vivimos nos atraviesan,  nos complican y nos rescatan.

Antes de nuestra aparición en el mundo ya hay palabras esperándonos en el ambiente familiar que dicen acerca de ese bebé que está por nacer. Y junto a esas primeras palabras aparecen las primeras marcas.

Las palabras marcan, dejan huella. ¿Dónde van a parar esas marcas discursivas?

Luego crecemos, y en el mejor de los casos, nos damos cuenta que aquellas mismas palabras que recibimos y nos sirvieron de muletas para aprender a andar, son las mismas que en algún momento nos obstaculizan para continuar y nos frenan el movimiento.

¿Qué podemos hacer con esta herencia –si bien necesaria para entrar al orden simbólico, es decir, aprender a hablar y a vincularnos- pero en definitiva una herencia no elegida? ¿O acaso somos nosotros mismos quienes elegimos las palabras que nos habitan y direccionan nuestras formas de hacer y estar, nuestras decisiones y elecciones? Usualmente creemos que sí. Sin embargo, ¿por qué será que tantas veces sentimos que llegamos siempre al mismo lugar de malestar más allá de las maniobras que realicemos?

Retomo la pregunta, ¿Dónde van a parar esas marcas discursivas? Nuestro propio cuerpo  funciona de reservorio.  El cuerpo humano está hecho de palabras, ellas se ocultan en él. ¿Es posible descifrar su incidencia?

Generalmente en culturas occidentales no pierde vigencia la idea reduccionista del cuerpo como una cantidad de órganos que forman parte de un engranaje anatómico. Esta lectura biologicista desconoce aspectos esenciales y por lo tanto las respuestas que brinda son limitadas y limitantes. Por ejemplo, respecto al concepto de dolor y su tratamiento.

La pregunta que propongo es ¿Dónde duele cuando duele?

La chance está en el “reconocimiento de las otras voces”:

“El dolor es un producto cultural. Nos pertenece como la lengua que hablamos o las historias que contamos para dar sentido a las cosas. Los significados personales o culturales, cuando los reconocemos, llevan la experiencia de la herida y el daño más allá de los senderos bioquímicos y le dan una identidad tocada por la diferencia sexual y por la política, por la tragedia o la comedia, una identidad que a veces hasta puede estar tocada de utilidad.”

“La Cultura del Dolor” | David Morris  | Editorial Andrés Bello

Del mismo modo que las historias se tejen con palabras, el “reconocimiento de las otras voces” se lleva a cabo tomando la palabra.

Esto sucede cada vez que una persona –habla para decir- en un contexto de escucha y de validación de las palabras. Es como si tomáramos las piezas de un rompecabezas y comenzáramos a ubicarlas en diferentes lugares. ¿Qué ocurrirá? La imagen que se formará será otra, distinta a la habitual. Con los mismos recursos (piezas) con los que cuenta cada uno, pero ordenándolos de otro modo, el resultado es otro.

La oportunidad que nos dan las palabras es la de salir del fondo en el que estamos estancados.

Categorías: Reflexiones

4 comentarios

Romina · 30 mayo, 2021 a las 10:18 pm

Hermoso texto. Me quedo con la pregunta: «¿Dónde duele cuando duele?»

    Raquel · 4 junio, 2021 a las 5:57 pm

    Las palabras transmiten ideas, pensamientos, sensaciones y sentimientos. Con ellas reímos, lloramos, educamos, amamos y a veces lastimamos.

Annie · 9 junio, 2021 a las 12:04 pm

Las palabras que usamos dan cuenta de lo que somos.
Nos ayudan a relacionarnos mezclando sentimientos.
Cuando hablamos decimos cosas y también reconocemos la voz del otro.
Excelente texto!

Cecilia · 16 junio, 2021 a las 5:47 pm

Hermosas y muy ciertas tus reflexiones. Que gran poder tienen las palabras y el lenguaje!! A veces son más poderosas y peligrosas que las armas mismas como también pueden ser reconfortantes, sanadoras, amorosas y alegres.

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Social Share Buttons and Icons powered by Ultimatelysocial
Instagram